Con «M» de manifestaciones por el #MetroPopular

Semana por un #MetroPopular,  México D.F. 8 al 13 de diciembre de 2013

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Domingo 8 de diciembre.– Son alrededor de las 6 de la tarde y el atardecer termina de colorear de anaranjado el primer cuadrante del Centro Histórico –Histérico– Capitalino. Sobre Avenida Madero, transita una enorme cantidad de gente, como un domingo cualquiera. Dentro de este gran contingente, se aprecia a un grupo de transeúntes que se manifiestan con pancartas en contra del alza de la tarifa al Sistema de Transporte Colectivo Metro.

Esta semana se concretaron los llamados a realizar acciones en contra del incremento a la tarifa del metro, principal sistema de transporte en la ciudad, después de que el gobierno de la ciudad aprobara de manera express y una dudosa encuesta con la que señaló que, supuestamente, «la mayoría» de los usuarios estaba de acuerdo con el aumento. Así fue que se comenzaron a realizar acciones organizadas por un metro popular.

La marcha sobre la Av. Madero es de menos de cincuenta personas, quienes se dirigen hacia el Zócalo. Al llegar a la calle de Palma, un grupo de policías se acerca a los manifestantes exigiendo que se retiren. Cuando ellos se niegan, una fila de granaderos les impide el paso.

Los manifestantes comienzan a informar a los demás transeúntes lo que sucede. A grito pelado, comentan, mientras ponen en alto sus pancartas:

«Estamos aquí en contra del alza de la tarifa del metro, el gobierno del Distrito Federal nos impide la manifestación».

Al cabo de unos minutos, el grupo de policías se coloca sus cascos y recibe refuerzos, intentan encapsular a los manifestantes. Ellos deciden darse la vuelta y se dirigen hacia Bellas Artes (donde se celebró una asamblea esa misma tarde).

Al darse vuelta, los policías rodean la marcha por los laterales. La gente sigue avanzando y se toman de los brazos para impedir —en lo posible– la represión, mientras gritan consignas.

Personas que van pasando por el lugar aplauden a los manifestantes, toman fotos, levantan el puño y se unen a los gritos: «NO AL INCREMENTO». Otros más se suman al contingente. Todavía sobre Madero, casi llegando a Eje Central, un grupo de música toca al son de los manifestantes y hace notar su apoyo y solidaridad.

A la llegada a Bellas Artes, los policías comprimen la manifestación y logran arrinconarla. Las personas deliberan la estrategia: «hay que sentarnos», gritan unos. Algunos se niegan y los policías aprovechan la confusión para cerrarles el paso y, finalmente, logran encapsularlos y los granaderos comienzan a patear a quienes se sentaron en el suelo… todos vuelven a ponerse de pie.

La agresión de los policías incremento y trataron de aislar a uno de ellos, en ese momento la gente se compacta y se defiende evitando que se lleven al encapsulado; entre los empujones tiran a una señora con su hija, quien comienza a llorar asustada. Los manifestantes logran avanzar y dejan atrás a los granaderos. Sin embargo, un grupo de policías –que triplica la cantidad de personas protestando– acompaña a la movilización hasta el Monumento a la Revolución.

Mientras caminan por la Alameda, el ambiente sigue tenso, algunos manifestantes están notablemente intimidados y otros siguen enunciando consignas. Finalmente, se llega a la Av. Paseo de la Reforma. Finalmente se puede hacer un balance de lo sucedido.

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Lunes 9 de diciembre.- La cita era a las 11 de la mañana, frente al Hemiciclo a Juárez. El grupo de gente que se ha organizado para presentar su inconformidad sobre el alza en la tarifa del metro, ha exigido un dialogo público a Joel Ortega y se ha alcanzado el ultimátum. Se le pidió constantemente al funcionario acudir al diálogo y, como muchos creían, no se presentó. Un contingente de cerca de 250 personas decidió avanzar sobre Avenida Juárez, donde ya los esperaba un numeroso grupo de granaderos.

Al tomar todo el arroyo vehicular y comenzar el trayecto hacia la sede del GDF, los uniformados les cerraron el paso. Los marchistas los evadieron caminando por los laterales en repetidas ocasiones. De pronto, en la parte trasera, se comenzaron a escuchar gritos: los policías trataban de detener a un manifestante, todos los demás impidieron que se lo llevaran detenido –como ha sido constante durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera, sin justificación alguna–. Los granaderos se reagruparon y siguieron a la concentración hacia la explanada de Bellas Artes.

Los marchistas se escurrieron nuevamente del intento policiaco de encapsularlos y se dirigieron a eje central, donde se dio una corrediza que terminó en la parte trasera del palacio de Bellas Artes. Los uniformados comenzaron a encapsularlos nuevamente pero los marchistas dieron media vuelta y lograron –nuevamente– tener un paso libre para volver a la explanada del Palacio de mármol.

Durante unos minutos, la protesta siguió en ese mismo lugar (rodeada de policías). Repentinamente, la manifestación avanzó hacia Avenida Juárez mientras los asistentes discrepaban sobre dirigirse al Monumento a la Revolución o a las oficinas del metro, donde se realizaba una conferencia de prensa sobre el incremento de la tarifa.

Mientras los marchistas intercalaban su andar entre arriba y por debajo de las aceras, la cantidad de policías aumentaba. A la altura de la calle de López, parte de la manifestación quería dar vuelta y llegar a la calle de Delicias para protestar frente al metro, pero la calle era muy angosta y otro grupo no estaba de acuerdo en ponerse en riesgo y muchos de los participantes no tienen experiencia en otras protestas sociales.

Al fin, decidieron seguir avanzando por la Avenida amplia. Pasando el hotel Hilton, los marchistas fueron acorralados por los policías. Un grupo de ellos pudo avanzar antes de ser encapsulados. Durante casi 20 minutos, fueron totalmente bloqueados; más y más granaderos llegaban al lugar, a grito de «represión» se denunciaba como Miguel Ángel Mancera evita la libre expresión en la ciudad de México.

Los manifestantes que lograron avanzar regresaron por sus compañeros. En la confusión, y con más policías rodeándolos, pudieron avanzar hacia el Monumento a la Revolución. Los policías que acababan de bajarse de los camiones corrían tras los marchistas. Al llegar al monumento, se realizó una asamblea donde se decidió abrir los torniquetes de metro Buenavista.

Referencias:

  • Redacción AN (7 de diciembre de 2013). «Tras alza en el metro… Mancera presume ‘nieve’ en DF.» Aristegui Noticias.
  • Raúl Llanos (10 de diciembre de 2013). «Afirma IEDF que no avala encuesta del metro; sólo fue observador». La Jornada.

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