Jaime es un luchador social, no un delincuente

Por Heriberto Paredes

Un grupo compacto de jóvenes estudiantes normalistas se mantenía gritando consignas afuera de las instalaciones de la Procuraduría Estatal de Justicia del estado de Morelos ubicada en la ciudad de Cuernavaca. Las chicas permanecían formadas y sus voces resonaban en la entrada del complejo. Algunos comuneros de Huexca acompañaban la acción y levantaban carteles condenando al gobernador Graco Ramírez por lo que se ha mostrado como una actitud represiva y falta de diálogo.

Todos estábamos ahí esperando que Jaime Domínguez fuera liberado o en el peor de los casos se determinara su situación jurídica. El luchador social y defensor de derechos humanos fue detenido el pasado 19 de septiembre en la colonia Gabriel Tepepa de Cuautla, Morelos mientras se encontraba esperando a representantes del gobierno del estado tal y como se había acordado días antes luego de las protestas por la construcción del Acueducto en esta ciudad. En su lugar, alrededor de 50 elementos de la policía estatal llegaron causando conflictos y la detención de Jaime.

Alrededor de las 15:00 Jaime Domínguez fue puesto en libertad en medio de las consignas constantes. Sin estar acompañado por policía, salió junto con su defensa jurídica y  las personas cercanas de varias organizaciones. Caminando a paso normal, cruzó el patio de esta institución de justicia, atravesó la reja y saludó enérgicamente a quienes nos encontrábamos ahí. Con visibles rastros de golpes en la cara y en los brazos, algo desconcertado y sin agujetas en los zapatos (práctica habitual que lleva a cabo la policía mexicana para evitar que los cordones se conviertan en armas), el compañero Jaime tomó el altavoz y afirmó la convicción de lucha que lo mantiene hasta ahora: “Mientras me torturaban a golpes pensé en lo que está pasando en el país, los feminicidios, los presos políticos, los desastres, las luchas. Seguiremos adelante hasta impedir la imposición de mega proyectos que destruyan nuestro entorno y lo pongan al servicio de las transnacionales” sostuvo con determinación.

La detención se llevó a cabo de manera completamente ilegal y argumentando delitos falsos, tal y como comentó el propio Jaime en una primera entrevista realizada momentos después de su liberación. En concreto se le imputó la amenaza a dos personas y la portación de un arma blanca, sin embargo tanto familiares como integrantes de su defensa y del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala –quienes se encontraban también ahí- aseguraron que se trata de delitos fabricados para inculpar a Jaime y desprestigiar su persona.

Antes de retirarse, Jaime Domínguez comentó que van a trabajar en una demanda por tortura, ya que, tal y como relató él mismo, fue golpeado por más de seis horas sin que se le permitiera el acceso a su defensa o se le diera a conocer el lugar dónde se encontraba, así como los delitos imputados. Pese a estar en libertad bajo garantía económica la investigación de la Procuraduría se mantendrá hasta esclarecer si las personas amenazadas –trabajadores de la Comisión Federal de Energía por cierto- fueron realmente agredidas y determinar la identidad de los responsables.

Ni la detención ni la liberación de Jaime Domínguez fue mencionada por los diarios locales, mucho menos los nacionales, pese a que la creciente detención de luchadores sociales y defensores de derechos humanos en el país es una problemática que ha despertado preocupación en amplios sectores de la sociedad. El futbol mantiene su privilegiada posición en titulares e interiores de la prensa comercial.