La ZODES sin futuro: la lucha de los Pedegrales de Coyoacán

Por Juan Manuel García
Video de Heriberto Paredes y Jerónimo Díaz
Cartografía de Geocomunes.org

 

La vivienda es una condición necesaria para la reproducción social. La zona de los Pedregales de Coyoacán, que ocupa las colonias de Santo Domingo, Ajusco, Ruiz Cortines, Santa Úrsula, así como varios pueblos originarios y fraccionamientos modernos, ha sido desde hace años un ejemplo de la lucha por alcanzar esas condiciones, por la autoconstrucción de la vivienda y por la distribución de los servicios indispensables. Pero a raíz de modificaciones –de tintes neoliberales– al modelo urbanístico de la Ciudad de México, los colonos originarios se encuentran en defensa de los Pedegrales ante un inminente proceso de despojo debido a un megaproyecto inmobilirario camuflado con el discurso de un «proyecto de desarrollo económico y social».

El largo proceso de habitar

Los Pedegrales de Santo Domingo se encuentran en un suelo totalmente volcánico, producto de años de erupciones del volcán Xitle. Prácticamente es un suelo muy difícil para la construcción de viviendas; lo cual no fue impedimento para que a principios de los años setenta cientos de personas llegaran ahí buscando un lugar para vivir. Ya que el suelo tenía esas dificultades, la construcción de las viviendas fue un trabajo colectivo. Poco tiempo llevaba el proceso cuando el Instituto Nacional para el Desarrollo de la Comunidad Rural y de la Vivienda Popular (INDECO) expropió la tierra comunal llamando la atención del entonces Departamento del Distrito Federal (DDF) para destinarla al desarrollo de programas de habitación popular en la zona.

En 1973 el Fideicomiso de Desarrollo Urbano Ejidal (FIDEURBE) inició los trámites para regularizar la colonia. La zona de los Pedegrales quedaría sujeta a las normas de regulación urbana mandadas desde el DDF. Poco después se introdujeron los servicios de agua y luz. El proceso de regulación culminó en 1993 cuando se expididió un decreto para que la Dirección General de Regulación Territorial fuera la única institución a cargo de regular los lotes.

En todas las ocasiones que el Estado ha tratado de intervenir en los Pedegrales, con pretextos de algún tipo de proyecto o con intención de desalojarlos, la población se ha organizado y enfrentado la situación.

Lo que viene para los Pedegrales

El 23 de diciembre de 2013 el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, expidió un decreto en el que asienta que el predio de la Planta de Asfalto, que desde hace unos años estaba bajo el control del Gobierno del Distrito Federal (GDF), dejará de ser parte de los bienes públicos para convertirse en una Zona de Desarrollo Económico y Social (ZODES) con el nombre de Ciudad Futura. El proyecto estará a cargo de la empresa paraestatal del Gobierno del Distrito Federal «Calidad de Vida, Progreso y Desarrollo para la Ciudad de México» hoy ProCdMX, «Agencia de Promoción de Inversiones y Desarrollo para la Ciudad de México» empresa privada a la que el GDF da preferencias y cuyo director general es el empresario Simón Levy-Dabbah.

De acuerdo con el documento ejecutivo de difusión del proyecto ZODES Ciudad Futura, el propósito de esta obra es el de «impulsar vocaciones productivas, generar inversión, infraestructura y condiciones urbanas sustentables para recuperar cualitativamente zonas específicas de la Ciudad de México, a través de un modelo de gestión territorial basado en asociaciones estratégicas entre el sector público, el sector privado y el sector social, orientadas a mejorar la calidad de vida en la ciudad». Es decir que para llevarlo acabo es necesario obligar al GDF a crear una asociación público-privada. Ésta es una de las máximas expresiones del neoliberalismo en la ciudad.

La ZODES Ciudad Futura comprende un polígono o «zona de actuación» de 528 hectáreas, que van desde el Estadio Azteca en su parte oriente, hasta la Ciudad Universitaria al poniente, y de sur a norte desde la Planta de Asfalto hasta el Parque Huayamilpas. En esa zona el proyecto plantea, entre otras cosas, transformar la Planta de Asfalto en un complejo desarrollo urbano de uso habitacional de hasta 37 niveles de alto. Otro cambio sustancial es el de modificar el uso de suelo de la zona, de habitacional comercial (HC) a habitacional mixto (HM) también de un gran número de niveles, contemplando zonas de áreas verdes, equipamiento y espacios abiertos. Por último se proyecta también la construcción de Centros de Transferencia Multimodal (CETRAM) –enormes plazas comerciales que a su vez serán paraderos donde se concentrarán diferentes rutas de transporte– en las estaciones Universidad y Huipulco.

¿Qué traerá la Ciudad Futura?

El proyecto de la ciudad del futuro no contempla los problemas que conlleva su edificación. El hecho de que se realice en una de las zonas más populares de la ciudad, con una renta potencial del suelo baja, resulta un botín fácil para las empresas inmobiliarias.

Un primer problema es que ese plan llevará a una densificación en la zona. Cientos de personas con un poder adquisitivo alto llegarán a poblar los Pedegrales. Con el paso del tiempo el costo de la renta del suelo y los servicios comenzarán a subir generando que la población originaria no pueda pagar por ambos, siendo que lucharon por tenerlos desde hace décadas. Sus hijos, sin duda, tendrán que irse hacia las periferias delEstado de México para encontrar una vivienda accesible.

Por otra parte, los pocos espacios públicos como el Parque Huayamilpas, que tiene una historia ancestral, serán convertidos en parques urbanos, es decir, áreas asfaltadas con un diseños «modernos» y atractivos para la recreación y con posibilidad de construir edificios. Para el caso de dicho parque se propone cambiar el uso de suelo: de ser un espacio abierto a uno de equipamiento con construcción de hasta tres niveles. Esto será una gran atracción para más proyectos inmobiliarios.

El otro problema fundamental es el abastecimiento de agua. Actualmente la zona de los Pedegrales de Coyoacán se abastece de agua por tandeo, es decir que por períodos de días no hay agua. Son muy pocos los pozos que se utilizan para el suministro de la zona y otros más son de uso industrial.

Según la Factibilidad de Servicios Hidráulicos (documento que emite la dependencia encargada de la operación hidráulica en el Distrito Federal) el abastecimiento de agua en la zona de los Pedegrales no alcanzaría en caso de construir reforzamientos muy caros o de nuevas viviendas. Si actualmente el suministro ya es un problema, con la Ciudad Futura no habrá abasto para todos los pobladores, además de que se volvería de alto costo.

Este mapa presenta los límites de las ZODES Ciudad Futura y Ciudad de la Salud, así como las primeras áreas sujetas a cambios de uso de suelo para nuevos proyectos inmobiliarios (suelos con potencial) y las vías con potencial de ampliación. La Factibilidad de Servicios Hidráulicos muestra que para casi toda la zona que abarcan esas dos ZODES (en Coyoacán y Tlalpan) el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) dictaminó la imposibilidad de construcción de nuevas viviendas o con reforzamientos muy caros. Además, una buena parte de la zona de la Ciudad Futura recibe agua por tandeo. Es interesante notar que en la colonia Santa Úrsula, donde se proyecta la ZODES Ciudad de la Salud, SACMEX dictaminó una factibilidad límite de hasta 30 viviendas aún cuando la colonia recibe agua por tandeo.

Frente a la visión de ciudad empresarial, la organización popular

Ante las grandes consecuencias que traerá el proyecto de la ZODES Ciudad Futura, lxs colonxs se organizan en asambleas para discutir los grandes problemas. Desde el 2013 han evidenciado la colusión que existe entre el GDF y la empresa ProCdMX; de cómo fue concesionada la Planta de Asfalto para construir la Ciudad Futura y las trabas que ha impuesto el Sistema de Aguas de la Ciudad de México SACMEX cuando se les pide información acerca de las condiciones de los pozos.

Lxs colonxs organizadxs saben que se enfrentan a un problema llamado gentrificación. Básicamente es un proceso que comienza con la poca o nula inversión pública y degradación de los servicios; hay una estigmatización sobre las condiciones de las zonas señalando la marginación y la criminalidad. Entonces se inicia la especulación por el suelo y los grupos inmobiliarios compran al por mayor; luego, comienza a ser caro vivir en la zona gracias a que sube la renta del suelo y el abasto de los servicios. La última opción para la población originaria es irse de ahí.

Este proceso se repite y se mantiene latente en ciertos puntos de la Ciudad de México. Ejemplo de esto es la colonia Juárez y el mercado de la Merced en el centro de la ciudad; también en las demás ZODES: la proyectada en Chapultepec con el nombre de Corredor Cultural-Creativo, la Ciudad Administrativa en la colonia Doctores, en la delegación Cuauhtémoc la Ciudad Verde y a un lado de los Pedregales la Ciudad de la Salud.

La lucha por los Pedregales frente a la Ciudad Futura es una lucha entre la clase empresarial y política contra la clase trabajadora; entre quienes ven la vivienda como mercancía y quienes lucharon por los servicios básicos y construyeron de manera colectiva sus hogares. Es la visión neoliberal de la ciudad vista como una empresa en contra de quienes construyen la ciudad habitándola, creando comunidad y formando organización para defender su territorio.