Descaro internacional

Texto: Mumia Abu-Jamal /Fotografía: Code Pink

 

La imagen del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu presidiendo una sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos fue sumamente perturbadora a muchos niveles.

Primero, fue un insulto meticulosamente calculado hacia un presidente africano-americano, Barack Obama.

*chutzpah, palabra yiddish que significa «descaro»

Segundo, fue un acto de supremo chutzpah*, de un supuesto aliado sermoneando a su patrocinador sobre los tratados que debe o no debe negociar y/o firmar.

Tercero, fue una señal del profundo desprecio que un partido político estadounidense —los republicanos— tienen para un presidente demócrata.

Se vio mal. Olió mal.

Irradió ondas épicas de fealdad política.

Pero hay más.

La reciente matanza israelí de miles de palestinos en Gaza sigue enviando nubes de muerte a la atmósfera, mientras el arquitecto de esta carnicería —Benyamin Netanyahu— recibe una ovación atronadora de un Congreso aparentemente hambriento para más guerra, y de ahí, más muerte.

Y esta escena, ¿cómo la vieron los ojos de la gente de Gaza, que aún llevan capas de lodo y sangre?

Esto no se trata de Irán, porque desde hace más de un siglo Irán no ha invadido a otro país. No se puede decir lo mismo de Israel, mucho menos de Estados Unidos.

Es cierto que Irán tiene influencia en la región, pero esto es porque Estados Unidos destruyó a Saddam Hussein y su régimen, y al hacerlo, mandó a la minoría suní a la tierra de nadie y fortaleció a la mayoría regional chií.

Irán sólo se cruzó de brazos y dijo: «¡Gracias!»

Hoy en día Irak e Irán forman un cinturón chií.

Entonces, hagamos una nueva guerra, sugiere Netanyahu.

«¡No se preocupen! Todo va a salir bien».

Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.

-© ‘15maj
3 de marzo de 2015
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México