En al menos trece ciudades alemanas, miles de personas marcharon para repudiar el oportunismo y existencia de Patriotas Unidos Contra la Islamización de Occidente (PEGIDA), quienes parecen haber encontrado la ocasión perfecta para «reivindicar» a los caricaturistas asesinados recientemente en París y así ganar simpatías hacia su incipiente movimiento. Entre otras cosas, dicha organización exige: aumento al presupuesto de las policías, tolerancia cero contra criminales refugiados e inmigrantes, protección de la cultura judeocristiana alemana y el rechazo a las guerras religiosas en su territorio.
Más allá de la pantalla solidaria y tolerante que han montado diversos mandatarios europeos después del atentado a Charlie Hebdo el pasado 7 de enero en París; el racismo, la marginación y la xenofobia son parte de la realidad de muchos inmigrantes en Europa.
La creación de grupos como PEGIDA ha llamado la atención no sólo en Dresde, ciudad en la que Lutz Bachman, un agente de relaciones públicas con muy mala reputación (condenado en 1998 a tres años y ocho meses de cárcel por robo violento, prófugo en Sudáfrica, deportado, encarcelado y detenido nuevamente en 2008 por posesión de cocaína, entre otros) fundó, en octubre del 2014, dicho movimiento, sino también en redes internacionales del Reino Unido, España y Suecia.
La concurrencia a los llamamientos de PEGIDA ha crecido considerablemente desde el pasado octubre. Siendo apenas 350 personas en la primera concentración y entre 25 y 40 mil en la más reciente.
El lunes 12 de enero, cinco días después del atentado a la revista francesa; Dresde, Berlín, Múnich, Hannover, Leipzig, Saarbrücken y Schwerin, registraron las manifestaciones más grandes pro y anti PEGIDA desde su fundación.
Salvo en la jornada de Dresde, en la que marcharon 25 mil simpatizantes de Pegida y sólo 7 mil opositores, el resto de las manifestaciones en contra de este grupo y sus escisiones (Legida, Bärgida, Bagida por sus connotaciones geográficas), fueron ampliamente superiores.
La historia reciente y el contexto actual nos llaman a no permitir que grupos con el perfil segregacionista de PEGIDA, ni las farsas oficiales, armadas y organizadas de cualquier gobierno crezcan en simpatías, organización o acción.
Fotografías de la jornada en Múnich contra el PEGIDA, 12 de enero de 2015.
