Creemos en la fuerza y la voluntad del pueblo para que nos ayude a encontrarlos

Texto y fotografías de José Aureliano Buendía y Cacomixtle

El año 2015 ha llegado a la Escuela Normal de Ayotzinapa –y a todo el país– de manera avasallante. La lucha por la aparición con vida de los 43 normalistas desaparecidos y por justicia para los 3 estudiantes asesinados (Julio, César y Daniel) junto con un integrante del equipo de futbol de 3ª división Los Avispones de Chilpancingo, un chofer y una ciudadana igualteca, se convirtió durante los últimos meses del 2014 en la principal exigencia de la sociedad mexicana.

Sin embargo, el gobierno de Enrique Peña Nieto pretende que la versión de su procurador sea el punto final para el caso, mientras que en Guerrero, el gobernador interino, Rogelio Ortega, lanza amenazas veladas al movimiento de familiares y normalistas; los cuerpos policiacos se mantienen siempre a la orden para disparar sus armas en contra del movimiento social, que exige presentación con vida, verdad y justicia.

La versión oficial sobre lo sucedido los días 26 y 27 de septiembre en la ciudad de Iguala ha sido cuestionada por periodistas e investigadores, quienes han evidenciado la fragilidad de la historia contada por Jesús Murillo Karam –procurador de la república– haciendo de la versión oficial algo increíble para mucha gente, incluidos los padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos, quienes no han tenido descanso en su exigencia por la presentación con vida de sus hijos.

Fotografía: Canek

Fotografía: Canek

No están solos

En las primeras horas del año, algunos de los padres y madres de los normalistas desaparecidos participaron en el Festival de las Resistencias y las Rebeldías contra el capitalismo convocado por el EZLN y el Congreso Nacional Indígena, mientras otras comisiones marchaban en la Ciudad de México hacia la residencia presidencial de Los Pinos o se reunían en Iguala con familiares de otros desaparecidos.

Mientras el resto de los mexicanos cenaba con sus familias, los padres y madres de los 43 normalistas que siguen desaparecidos al igual que otros estudiantes y solidarios que los acompañan, se empeñaron en hacer girar el molino de la historia.

En el comedor de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, acondicionado como auditorio, se apersonaron 147 asistentes de organizaciones sociales, sindicatos y colectivos estudiantiles de Guerrero y el resto del país, el día 3 de enero. Una vez iniciada la octava sesión de la Asamblea Nacional Popular (ANP), una larga fila de hombres y mujeres con evidente agotamiento físico hicieron uso de la palabra para agradecer a quienes los han acompañado en su camino a lo largo de estos 100 días de lucha.

Cada uno comparte su nombre y el de su hijo ausente, uno de ellos dice a los asistentes:

Nosotros estamos dispuestos a encontrar a nuestros hijos, no estamos cansados. Les pedimos a todos que no nos olviden, que nos mantengamos todos juntos.

Felipe de la Cruz, uno de los voceros, platica sobre la reunión con familiares de otros desaparecidos en la ciudad de Iguala y la búsqueda que se emprenderá a partir del día 10 de enero acompañados de policías comunitarios de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) y policías ciudadanos del Sistema de Justicia y Seguridad Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), por lo que pide a las organizaciones y personas solidarias que hagan un llamado a concentrarse a partir del día 9 en la instalaciones de la Normal y salir desde ahí todos juntos a la búsqueda.

Ante la suspensión de la búsqueda realizada por la Procuraduría General de la República (PGR) y la tozudez del procurador por no abrir nuevas líneas de investigación, no existe ya confianza alguna de los padres a las instituciones de gobierno. Frente a la versión de que la policía federal y el ejército participaron directamente en la desaparición de los normalistas, las sospechas toman fuerza. La búsqueda ciudadana en esta etapa se realizará del 10 al 15 de enero, días en los cuales se llama a dar cobertura en el resto del país a las acciones que se realizaran en las inmediaciones de la ciudad de Iguala. A partir del día 12, se convoca también a acudir a las instalaciones militares en todo México para buscar indicios de los normalistas u otros desaparecidos.

Otro de los acuerdos asumidos por la Asamblea es la preparación de la octava jornada internacional por Ayotzinapa, con epicentro en la Ciudad de México, a realizarse el próximo 26 de enero. Así como la realización de una convención nacional de todas las organizaciones y pueblos de México que se realizará el día 5 de febrero en la ciudad de Chilpancingo, para lo cual se acordó detallar el carácter de dicha reunión en la siguiente ANP a realizarse el 17 de enero en Ayotzinapa.

Entre los asistentes, un profesor de la Universidad Nacional Autónoma México (UNAM) denunció la violación domiciliaría que sufrió la maestra del CCH-Azcapotzalco, Karla Edna García Rocha, ambos miembros de la Asamblea Universitaria Académica, que se han sumado a las acciones de exigencia de los padres y normalistas.

Organizaciones de la Ciudad de México informaron sobre el plantón instalado frente al edificio de la PGR, el cual ha sido violentado por la policía capitalina en los últimos días. También se denunció la detención arbitraria de Bryan Reyes y Jaqueline Santana, quienes se encuentran en prisión por el supuesto robo a policías.

En el caso de Guerrero, se anunció la toma de las oficinas del Instituto Nacional Electoral en Tlapa, Ayutla y Chilpancingo; así como la instalación de cinco consejos municipales integrados por autoridades comunitarias y ciudadanas nombradas en asambleas. En el caso de Ayutla, un maestro que se mantiene en la toma del palacio municipal habla de un 80% de apoyo hacia el consejo municipal en aquel municipio.

En espera de los policías comunitarios y ciudadanos

El día 8 de enero en Iguala, Felipe de la Cruz aclara que está por confirmarse la participación de policías comunitarios y ciudadanos en las actividades de búsqueda previstas para las primera horas del día 10. Sobre las razones de búsqueda menciona:

Debido a los resultados nulos de la gendarmería, del ejército y de todos los que dice el presidente que se han metido en esta situación, que nosotros no vemos mucho pero ellos dicen que redoblaron esfuerzos, entonces hoy nos vemos en la necesidad de recurrir al pueblo para lograr lo que tanto hemos buscado en más de cien días y que no hemos tenido resultados.

La búsqueda en la cual se espera la participación de organizaciones sociales y los mismos padres de familia, se realizará a pie por la serranía del norte del estado, en donde haya indicios que permitan dar con los muchachos. Acampando en donde caiga la noche, las actividades de búsqueda se emprenderán por cinco días con los recursos limitados con los que cuenta el movimiento. No se contará con ningún apoyo del gobierno, aclara Felipe, debido a que ya les dieron tres meses para demostrar su trabajo y no hay ningún resultado y ninguna pista.

No tenemos los helicópteros que tiene el gobierno federal pero si tenemos el empuje y la fuerza. Para nosotros tienen más de noventa detenidos pero ninguno ha dicho dónde están, entonces ahora creemos en la fuerza y la voluntad del pueblo para que nos ayude a encontrarlos.

A cien días del crimen de estado

Se han cumplido más de cien días de la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa, por parte de la policía municipal en la ciudad de Iguala y cada vez queda más clara la intervención de la policía federal y el 27 batallón del ejército mexicano. Padres de familia de los estudiantes desaparecidos por el estado y normalistas de Ayotzinapa, acudieron al acto en la alameda Granados Maldonado. Ahí se conmemoró el 55 aniversario de la masacre de estudiantes y gente del pueblo en la lucha por la autonomía de la Universidad de Guerrero, masacre hecha por el ejército, también se recordó la desaparición de poderes el 4 de enero de 1961 en el estado, como consecuencia del movimiento popular que se levantó en contra del tirano Raúl Caballero Aburto.

Aquella tarde se revivió el momento en que esa generación fue vapuleada por el estado en el año 1960, algunos sobrevivientes y familiares expresaron de viva voz un saludo solidario a quienes en estos días sufren la represión del gobierno: los familiares de los normalistas asesinados en los últimos 4 años y también de los familiares que sufren por la desaparición forzada desde el mes de septiembre.

El día lunes 21 de octubre de 1960, se desarrollaba una huelga estudiantil en la Universidad de Guerrero, pero hasta la alameda Granados Maldonado arribaron militares para intimidar y reprimir a quienes se organizaban en aquel entonces, las demandas del movimiento estudiantil y popular de Guerrero, eran por la desaparición de poderes en ese estado. Las mujeres tuvieron una participación importante pues realizaban una cadena humana cada vez que se iniciaba un mitin, los pueblos de todo el estado se solidarizaron para sostener la alimentación básica del movimiento, llevando entre otros enseres maíz y pescado para los estudiantes.

José Trinidad Téllez Falcón fue herido de muerte en aquella lucha, un elemento del ejército mexicano utilizó su bayoneta para cortar el vientre de aquel hombre y en cuestión de segundos tenía expuestas las vísceras, con esta brutalidad se logró aplastar al movimiento. El Comité Independiente de Solidaridad, con los familiares de los caídos en los sesenta recordó la participación de la Normal Rural «Raúl Isidro Burgos» con la presencia de grupos de estudiantes normalistas organizados por Genaro Vázquez y Lucio Cabañas.

En las participaciones fue vertido el mensaje de algunos padres de familia de los normalistas desaparecidos en septiembre pasado, quienes exhortaron al pueblo de Guerrero y en especial a la gente de Chilpancingo a no dejarse vencer, a seguir luchando y organizándose; llamaron a no conformarse y alzar la voz en contra de todas las desapariciones forzadas; así como por el esclarecimiento de los restos encontrados en las decenas de fosas clandestinas.

Vidulfo Rosales, abogado del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, intervino en torno al proceso constitucional que representa la desaparición de poderes en el estado, que fue decretado en 1961 y que ha sido una de las consignas levantada por el actual movimiento por la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Al respecto, mencionó que en aquellos años la desaparición de poderes fue posible por las fracturas al interior del poder público y que la gran dificultad en nuestros días es que los partidos políticos han cerrado filas para no permitir la caída de ningún gobernador. Y aun si fuera posible llevarlo a cabo en estos días, no serviría de mucho, pues son los mismos políticos y sus partidos quienes tomarían las riendas del estado. En aquellos años, la lucha por la desaparición de poderes significó una consigna para unificar al movimiento, papel que ahora juega la exigencia de presentación con vida de los jóvenes normalistas.

Horas decisivas

Las horas transcurren en la normal en espera de iniciar la búsqueda del pueblo, en donde los padres de familia y los jóvenes normalistas irán al frente de este ejército de estirpe campesina, que busca traer de vuelta lo más valioso para ellos: sus hijos y hermanos. El apoyo de todo México no debe menguar, pues sólo los brazos y piernas solidarios podrán evitar un acto de violencia en contra de aquellos que dan la cara por los desaparecidos.

El padre de Abel García Hernández pasa noches en vela en el comedor instalado en la explanada de la Escuela Normal donde estudiaba su hijo. Campesino, albañil y carpintero, él nos platica que está acostumbrado a dormir poco pues su jornada laboral es larga, inicia y termina en la oscuridad de la noche, sin embargo, dice que él no está cansado y lleva semanas esperando el momento de ir a buscar a su chamaco, ante la falta de resultados del gobierno. Para él, su más grande sueño se persigue despierto.

*Por razones organizativas y de logística, las fechas de la búsqueda se han pospuesto hasta nuevo aviso