«Cabañas vive, la lucha sigue; Cabañas vive y vive, la lucha sigue y sigue»

Video: Gallo Téenek y Marlene Mondragón

 

Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar al mundo
y los estudiantes se mantengan sumisos ante el tirano
Lucio Cabañas

Llegando a la cuna de Lucio Cabañas, el municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, el asfalto retumbó con la voz de jóvenes de piel campesina y alma hecha de rebeldía; quienes clamaban por justicia ante la muerte y desaparición de sus compañeros normalistas de Ayotzinapa, donde alguna vez Lucio forjaría su espíritu guerrillero, además de conmemorar el aniversario luctuoso del comandante del Partido de los Pobres (PdlP), también secretario general de la FECSM en sus tiempos como líder estudiantil en la Escuela Normal Rural «Raúl Isidro Burgos».

El contingente estaba conformado por estudiantes de la escuela Secundaria «Mi patria es primero», la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), el Frente Popular Francisco Villa (FPFV), Preparatoria Popular «El Quemado», estudiantes de la UNAM y de la UAM. Además de padres y madres de familia, normalistas y habitantes de otros municipios de Guerrero.

Los vecinos de Atoyac se detenían y veían con asombro a los estudiantes y la sociedad unida, algunos sonreían, otros se mostraban atónitos. Los niños que observaban desde las ventanas o las esquinas contaban hasta el número 43 junto con el conglomerado. La marcha comenzó en la Preparatoria número 22 hasta llegar al Ayuntamiento Municipal de Atoyac o Plaza Morelos.

Al llegar, integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación tomaron el micrófono, dieron la bienvenida a los normalistas y a la sociedad en general. Después, repudiaron la ofrenda (un arreglo floral) que la esposa del gobernador del estado, Rogelio Ortega, llevó a la estatua de Lucio Cabañas: «no vamos a permitir que la gente que se dice «de izquierda» se vengan a burlar de Lucio Cabañas y de los normalistas». Así, el pueblo tomó el arreglo para azotarlo en el suelo en medio de la multitud, la gente gritaba fuera el mal gobierno, asesinos».

Dos estudiantes de primer grado de la Normal de Ayotzinapa, tomaron el micrófono para expresar que la lucha del Comandante Lucio Cabañas en los años 70, es la misma que la de hoy: por la libertad, por una educación popular, en contra de la represión contra los pobres. Lucio Cabañas fue asesinado 44 veces, pero su persona trasciende en los corazones y a través de la lucha de los normalistas. Así, los jóvenes con sentimientos de rabia pero también con mucha dignidad y honor, resucitaron el espíritu de Cabañas: «En México, ser estudiante es un delito, ser pobre es un pecado y querer luchar es terrorismo».

Fotografía: Marlene Mondragón

Fotografía: Marlene Mondragón

La celebración estuvo acompañada por los estudiantes de la Escuela Normal Rural «Raúl Isidro Burgos» con presentaciones de danza regional, el popular baile de los viejitos o los Manueles, por la Rondalla Romance y la banda de guerra Los halcones Dorados. El pueblo tomó video y foto, pudo ver la otra cara, aquel rostro que los medios de comunicación esconden, con etiquetas despectivas, y criminalizantes. Los niños zapateaban al mismo tiempo que los danzantes. El pueblo bailaba y cotorreaba con los viejitos, la alegría arribó al pueblo de Atoyac junto con los normalistas. Así fue recordado Lucio Cabañas y los 43 compañeros desaparecidos.