1DMX 2014: «No Peña, tú no eres Ayotzinapa»

Texto: Elis Monroy y María Guadian

 

La toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de México, el 1º de diciembre de 2012, llegó acompañada de grandes protestas y acciones en su contra; así como de una escalada en la represión y brutalidad policiaca en la Ciudad de México.

Ese día, el despliegue de cuerpos policiacos fue torpe, los elementos hicieron uso excesivo de la fuerza y detenciones arbitrarias –ampliamente documentadas–. En ese escenario es que regresaba al poder el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido político mexicano con más historia de corrupción y violencia. Esto, después de una campaña electoral fraudulenta y cínica, en la que los medios de información masivos y grupos de poder participaron activamente.

Durante los dos años que le han seguido; la corrupción, el despojo, la impunidad y la represión han ido en aumento. Las protestas sociales han respondido de manera proporcional, sobre todo a partir de lo ocurrido con los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.

El 1º de diciembre de 2014, la gente volvió a salir a las calles, a gritar su repudio al –todavía– hoy presidente. En la Ciudad de México, la movilización inició en el zócalo y caminó rumbo a la columna de la Independencia. Decenas de contingentes, la mayoría conformados por estudiantes, marcharon en repudio a Peña Nieto, a los partidos políticos y a todas las instituciones gubernamentales.

Al grito de «No Peña, tú no eres Ayotzinapa», los padres de los 43 reafirmaron que la denuncia es principalmente contra Peña Nieto, que la crisis no es de seguridad sino de Estado y que su intento de colgarse de la consigna «¡todos somos Ayotzinapa!» es una ofensa. Que utilice nuestro dolor y a nuestros muertos y desaparecidos para auto-otorgarse más poder y favorecer sus anhelos dictatoriales sólo atiza más la indignación y la rabia de los pueblos. Algunos carteles y consignas llevaban mensajes como:

Cuando EPN dice que en México habemos menos pobres, ¡se refiere a que nos está matando!

Un pueblo que camina pa’delante y un gobierno que camina para atrás.

¡Narro, ojete, la UNAM no es tu juguete! [en referencia a José Narro Robles, rector de dicha institución, donde recientemente han sido balaceados y atacados participantes del movimiento social].

Y las ampliamente difundidas: «¡Presos políticos, libertad!», «¡Fuera Peña!», «Urgente, urgente, que renuncie el presidente», «Gobierno farsante, que matas estudiantes», y «¡Ayotzi vive, la lucha sigue!».

En la movilización del D.F. también participaron estudiantes normalistas de diversas partes del país y muchos más de diferentes escuelas de la Ciudad de México, colectivas feministas, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco y ex-presos políticos, incluyendo a quienes fueron detenidos el 20 de noviembre #20NovMx y recién salieron de los penales de máxima seguridad, además del Colectivo 1DMX, que se formó luego de la represión del 1º de diciembre de 2012. Entre sus demandas están la exigencia de libertad para los cientos –y cada vez más– luchadores sociales secuestradas por el Estado en prisiones de todo el país, como Luis Fernando Sotelo, José Manuel Mireles, Mario Luna, Bryan Reyes y Jacqueline Santana; así como el alto a la represión y a la criminalización de la juventud y de la disidencia.

Poco después de las 6:30 de la tarde, la vanguardia de la marcha llegó a su destino, mientras que la retaguardia seguía saliendo del Zócalo, en el centro de la ciudad. En el mitin, los padres de los 43, en voz de uno de ellos, dijeron: «Estamos  convocando a todo México, está llegando la hora de terminar con esta  impunidad. Le está llegando la hora a Enrique Peña Nieto. Pueblo de  México: ahí te dejamos una convocatoria a la unidad. Les dejamos la convocatoria a que no nos dejen solos».

En Chilpancingo, Guerrero, maestros de la CETEG incendiaron la Fiscalía Especial de la Procuraduría General del Justicia (PGJ) del estado, como continuación del plan de ataque a edificios públicos que representan, para la gente que lucha en dicha entidad, toda la corrupción y la colusión de los políticos con diversos grupos criminales.

En Oaxaca, la Sección 22 del SNTE paró actividades por completo y bloqueó el aeropuerto de dicha ciudad. Los estudiantes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) también realizaron un paro de labores y liberaron algunas casetas. Diversas organizaciones de dicho estado anunciaron su intención de sumarse a la movilización del próximo 6 de diciembre –convocada por la Asamblea Nacional Popular realizada en el estado de Guerrero– a lo que se ha definido como la «toma popular de la Ciudad de México».

En la ciudad de Querétaro también se vivió una jornada intensiva de manifestaciones en espacios públicos, con la exigencia de esclarecimiento inmediato y presentación de los 43 estudiantes normalistas. Por otro lado, se visibilizaron sólo algunas de las problemáticas que se presentan en Querétaro, como la desaparición de mujeres que –de acuerdo con cifras oficiales de la PGJ– entre 2009 y 2013 suman un total de 1,270. Durante la jornada, fueron intervenidos diversos puntos de la ciudad por individuos de la sociedad civil, estudiantes y colectivos, como el puente peatonal ubicado en la avenida 5 de febrero, Plaza de Armas y Jardín Guerrero durante el evento del encendido del árbol navideño.

En Cherán, Michoacán, el pueblo se solidarizó con Ayotzinapa en una manifestación a la que acudieron todos los estudiantes de las escuelas primarias, secundaria, preparatoria, bachilleres y la Escuela Normal de Cherán; también los habitantes de la comunidad demostraron su apoyo a las familias de los 43 desaparecidos.

Resaltamos a continuación algunos de los mensajes que se dieron en el mitin final del Distrito Federal:

—El narco-Estado se ha ganado el repudio de los pueblos de México y del mundo.

—La respuesta gubernamental incluye más represión y fabricación de culpables. Así como la criminalización de quienes defienden sus tierras y/o comunidades ante los proyectos de muerte que impulsa el «proyecto de nación» de EPN.

—Ayotzinapa no hubiera sido posible si no existiera la unión, la «simbiosis» entre el gobierno y el crimen organizado, hay pruebas de que todas las instituciones están coludidas.

—No le creemos ni una palabra a EPN (el señor «de la casa blanca de Los Pinos») porque sus hechos son los que hablan. Control social es su propuesta. Represión, acceso a empresas, despojo, abuso…

—¿Qué EPN va a impulsar un plan contra la corrupción? Es como escuchar al Chapo proponiendo un plan antidrogas.

—Cuando decimos que «todos somos Ayotzinapa» decimos que el gobierno es el responsable, que EPN es el principal responsable. Desde ahora le decimos a la clase dominante: su gobierno NO nos representa.

El próximo 6 de diciembre muchas organizaciones están convocando a la toma popular se la Ciudad de México, como conmemoración de la entrada del ejército de Emiliano Zapata. 

—Vayamos de la resistencia a la ofensiva, todos juntos, hasta alcanzar la victoria.

—NO a las reformas, no al aeropuerto en Atenco, sí a la vida.

—Se convoca a huelga nacional.

—Gracias por la solidaridad, hasta la victoria siempre (representantes de la Normal de Ayotzinapa).

—1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 40, 41, 42, 43: ¡JUSTICIA!

Al finalizar el mitin, algunos manifestantes caminaron sobre paseo de la reforma rompiendo vidrios de bancos y negocios. Muchos otros caminaban paralelamente a ellos pero en los carriles centrales, gritando en reprobación (lo cual nos recuerda esta discusión necesaria). Otros más, quienes los reconocen como manifestantes y no como «infiltrados», les gritaban mensajes de apoyo y precaución. Algunos contaban hasta 43 y exigían ¡justicia! Los cuerpos policiacos llegaron al lugar imponiendo sus protocolos de miedo y de terror, echando cohetones que suenan como balazos para asustar a todos los presentes, gritando e intimidando. Lanzaron gases, golpearon y «encapsularon» a personas diversas –incluyendo paramédicos, defensores de derechos humanos y reporteros–. Los agravios se siguen acumulando.